Contamos con tecnología propia, protegida bajo patente en Estados Unidos, la Unión Europea y China. A través de esta tecnología, cargamos la membrana de nanofibras con un fármaco quimioterápico fuerte (SN-38) sin interacción química entre las nanofibras de polímeros y el agente aplicado.
En un futuro prevemos que el uso de nuestra tecnología se aplique no solamente en el área oncológica, sino también en infecciones y terapias avanzadas, dado que el tejido material es biocompatible con otros principios activos.